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Mostrando entradas de julio, 2015
"Sé que estas palabras probablemente nunca las leerás, que has decidido desaparecer por completo o convertirte en un expectante, ajeno de mi vida, pero aun así, siento unas ganas indisolubles de hablar de ti, de plasmarte en unas ansiosas páginas en blanco, elevar la vista al cielo, traer de regreso tus recuerdos y asirlos en mi corazón como algo tan preciado temiendo que el amargo tiempo en su afanoso intento pueda terminar arrebatándolos. No quiero que la angustia cuele por las ventanas y haga lo suyo en mis huesos, ese frío inacabable tras la ausencia ha cavado enormes surcos y estas alas rotas ya no temen al vacío. Sé que estás allí en algún lugar, ¿Cómo no puedes oírme? Me he cansado de verte reaparecer en mis sueños y palpar la nada a despertar. Ha sido un largo viaje, el camino me condujo a ti, como si fueses la respuesta a eso que consideré importante, el amor, la vida, la espera…"    ©  Sueños inconclusos- Nokpilop
"Ella escapaba a través de las páginas de sus libros y los mundos de fantasía que creaba por las noches. Un amigo nos presentó y tras tomar su mano pude ver sus ojos resplandecer en aquella tarde gris. El ruido de los autos, las voces de la gente, el golpeteo de las gotas en los tejados, por un instante enmudecieron. Supe que era especial, algo que difícilmente se materializa ante la vista de cualquier soñador. Más allá de conocerla, más que aislar sus miedos, sus sombras y conquistar su corazón, era ver la vida a través de ella, verlo todo con otros ojos, unos que me hacían creer que el mundo era más amable, un lugar maravilloso, en el que no existía algo que pudiera dañarte, el sentirte tan vivo e invencible. Un hombre y su escudo de plata. Guardé muchos lugares y escenas con recelo en mi memoria, conjugando tantos verbos en su piel, su voz y su sonrisa. Le extraño. Aún le amo, pero hice de ese lugar de no retorno el punto de partida de caminos tan opuestos pensando que así la
Empiezo a enfadarme con este sordo corazón, le he dicho que se detenga, que ha sido suficiente; escudriña mi mente por completo y uno a uno va organizando los recuerdos en una secuencia casi perfecta. Los más intensos los deja fluir por las noches, cuando el silencio sobrecoge la ya inútil voz de la razón, es allí, cuando el mundo se me torna tan carente, amargo, como si la pinceladas de un loco pintor hubieran olvidado otorgarle color a esas dos personas que observo en las estaciones, los parques o en el camino de regreso a casa. Sé de memoria sus lugares predilectos y les veo desaparecer cuando algo llama mi atención. Juegan, sonríe, suspenden promesas en el aire, lucen felices, no son habitantes de este tiempo, mis ojos lo saben y por eso se desbordan como si con ello todo volviera a florecer.     ©   Sueños inconclusos - Nokpilop