"No se trata de correr o huir, estamos en el lugar de siempre,
viendo cómo avanza sin término alguno el reloj, sepultando en el pasado sueños que un día vistieron de futuro. He postergado tantas cosas viviendo
en mundos imaginarios, escribiendo sobre historias que no son mías,
rompiéndome los sesos tratando de
recrear una y otra vez, el movimiento de tus labios al pronunciar ese último Te
quiero. Puedo verme descender en el abismo
mientras todo de mí desgarra a gritos un - Detente… no te vayas!-. Cómo poder
decirte que la mejor forma de amarte ha sido entregando la mejor versión de mí,
esa que te piensa a deshoras, esa que no olvida, esa que vela tus sueños e
implora al cielo conspire siempre para hacerte sonreír. Desvanezco cariño, poco
a poco, en la espesa niebla, porque hace tanto frío desde que te sé lejos."
Se le veía todas las noches en el balcón, la vista perdida en el cielo y una lágrima que bordeaba la fisura de sus ojos. Yacía mudo, como si su alma levitara en un espacio apenas visible para el corazón más puro. Sollozaba y a lo lejos se oía un murmullo, un nombre y un “te quiero” tan profundo que la brizna detenía su tránsito. Dícese que de su boca sale cada mañana un “quédate” jamás pronunciado en el momento exacto. -Sueños inconclusos. Nokpilop
Comentarios
Publicar un comentario