Cientos de sonrisas y un lugar desierto, páginas en blanco, una historia sin sentido, todo lo vivido se desvanece en un instante.
Unas manos ansiosas teclean al son del aire cálido y tu mirada apacible, renace la más reluciente voz, con los pies elevados y el cielo que se hace infinito.
Es un panorama ilusorio, cuantas gotas caen, crepitan deseando ser luz, atravesar los muros, colarse en hendiduras minúsculas y entrever como aumenta y decrece el ritmo del artificio alado que da cuerda a la vida.
Sutil, sonriente cada paso libera mi memoria.


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